Castigo de la palabras

Bienvenidos al Castigo de la palabras, Blog personal de Pedro J. Moriche Hermoso

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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Derecho de pernada

Justo al final de la boda, se presentó el señor feudal, elegantemente ataviado en su caballo de guerra, y dijo :
-vengo a por lo que me pertenece, la primera noche nupcial. La pareja aceptó de buen grado.
Dos meses estuvo el ilustre señor feudal sin poder cabalgar en su blanco corcel y maldiciendo a los cuatro puntos cardinales, pues el rey, haciendo uso de su sentido de la libertad y los buenos fueros, acababa de aprobar los matrimonios homosexuales.

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