Castigo de la palabras

Bienvenidos al Castigo de la palabras, Blog personal de Pedro J. Moriche Hermoso

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jueves, 5 de agosto de 2010

La crucifixión

(Relato inspirado en el cuadro de Poussin)

Acaba de subyugar la cabeza. Los dos ladrones rodean su muerte. Lloran las mujeres la expiración de su vida. Pero de pronto, el cielo se cubre de negro, se abren los sepulcros, nace un terremoto…

–!Verdaderamente éste era Hijo de Dios! – exclaman los romanos que van ataviados con sus rojas túnicas y sus cascos.

San Juan, que contempla el cadáver al pie de la cruz se vuelve para increpar a un romano que está llorando:

– ¿Romano hipócrita, por qué lloras ahora, si sabías que era inocente, acaso no demostró cientos de veces quién era el hijo del hombre?

–No lloro por él – sentenció el romano– sino por los millones de personas que han de morir por culpa de esta muerte.

Las tumbas comenzaban a abrirse, el terremoto era inminente.

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