Tu cabeza es un cuerpo de camello
Y ya sé que joroba, dromedario,
Chepa pegada a un hombre octogenario
Al que le crece el cuerno y no el cabello.
La Parca, de luces, te apunta al cuello
Y tú le firmas otro talonario
A la Afrodita del beso bancario
Que le afila la punta al descabello.
Mientras más joyas le regalas, ciervo,
Más hermosa llega Bambi de Troya
Al lecho donde lecha con mi verbo.
Por tanto, mejor compra, viejo cuervo,
Dientes postizos con que comer olla
Pues la polla no levanta tu rima.
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